jueves, 1 de enero de 2015

Relecturas: El Viento en los Sauces


Y... este pobre blog se re inaugura con una reseñita acerca de uno de los libros que más amo, para que quien sea que se pase por aquí se vaya haciendo una idea del tipo de ser que soy. Intentaré que predomine la objetividad, pero va a estar difícil.


Autor: Kenneth Grahame
Año de publicación: 1908
Género: Infantil
Sinopsis acorde a editorial Valdemar:
El río donde viven Topo, Ratón, Tejón, Sapo, las nutrias y los demás habitantes de este «nuncajamás» es una Arcadia tranquila, fuera del espacio y el tiempo, donde animales humanizados -en el más noble sentido del término- conviven apaciblemente. Más allá, el Bosque Salvaje, peligroso pero bello y nada ajeno a los habitantes de la Orilla del Río, y, aún más lejos, el Ancho Mundo, al que es mejor no asomarse. Grahame nos cuenta, con gracia y gran lirismo, las idas y vueltas de Topo, Ratón y Tejón, las locuras de Sapo y los avatares aventureros pero cotidianos que todos ellos corren.


Mi primer acercamiento a El Viento en los Sauces, lo tuve cuando pequeña, al ver una de sus cientos de adaptaciones animadas -si mal no recuerdo la versión de 1995. Se trataba de una cinta que estaba grabada de la tele, que comenzaba con imagen real y una anciana contando la historia ¿a sus nietos?, para luego pasar a la historia en sí, que estaba contada a través de una animación a la que le faltaba lo suyo para ser considerada buena. Recuerdo que la melodía principal era bien nostálgica.

Esta versión.
Pasaron los años y descubrí que estaba el libro en la biblioteca de mi colegio: una versión de color lila con el señor Sapo en la portada. Tomé prestado el libro y lo leí, y un par de años después lo tomé prestado una vez más para releerlo.


Y bien, hace más de un año me di cuenta de que había una versión en inglés muy bonita en la librería. Siempre que iba a mirar las novedades sacaba luego al pequeño libro de su estante, lo hojeaba, y luego lo escondía detrás de todos los demás ejemplares de la misma colección. Supongo que me sentía reacia a comprarlo porque ya había releído mucho la historia... de hecho estaba releyéndola en inglés en mi computador. Finalmente decidí comprarlo porque, aunque nadie más en casa lo lea al estar en inglés, el cariño que le tengo a la obra de Grahame es demasiado grande como para no tenerla en su lengua original.

Esa es básicamente la misma razón por la que vengo a compartir El Viento en los Sauces con quienquiera sea la persona que lea esto.

Esta es la edición que tengo... No 
me gusta mucho esa ilustración.
El Viento en los Sauces no tiene una trama determinada, al menos no desde el principio. Se trata, sobre todo, de contemplar la forma de vida de sus personajes principales, del Río y sus alrededores, de imaginar las moradas de los cuatro amigos y disfrutar de su particular forma de ser y vivir el día a día.

  La manera en que se retrata el ambiente me produce una sensación extraña de nostalgia y alegría, especialmente en el capítulo "El flautista al umbral del alba". Es similar a la sensación que me producen los filmes de Miyazaki. Pasada la mitad del libro se tiene un objetivo más definido con las aventuras del señor Sapo, que conducen a la conclusión.

Los personajes tienen características muy marcadas y son queribles. Topo es sensible, atento e ingenuo. Ratty es práctico, organizado y hospitalario. Tejón es huraño y brusco, pero con un gran corazón. Y Sapo es egocéntrico e impulsivo, pero a la vez leal. Cuando los cuatro amigos se juntan es un deleite leer cómo sus formas de ser chocan, pero al mismo tiempo se evidencia el fuerte lazo de amistad que los une; son esos momentos los mejores del libro. 

Arte de Clint G. Young.

El reparto se completa con Nutria y su hijo, un puñado de animalitos pequeños como ratoncitos y ericitos, los conejos, las comadrejas y algunos humanos, presentes especialmente en la línea argumental del señor Sapo.

En cuanto a la narración: la descripción de los gestos de los personajes me parece bien hecha. La forma en que los personajes hablan también consigue transmitir las personalidades de todos. Me causa especial gracia cómo el Sapo pasa de momentos de vanidad desquiciada a angustia y desesperación.


Algo negativo que tiene el libro es que los personajes principales son solo varones. Estrictamente hablando solo tenemos dos personajes femeninos que tienen una parte activa, pero aparecen por un corto tiempo. 

En conclusión:

Lo mejor                                                Lo peor
  • Los personajes principales.
  • Las aventuras del señor Sapo.
  • Imaginar los hogares de los animalitos.
  • La ambientación del río y sus alrededores.
  • La amistad sobre todo.
  • ¿Mencioné ya que este libro me hace muy feliz?
               

  • No hay muchos personajes femeninos, y los que salen solo están por un corto tiempo. No es que quiera emparejar a nadie, pero habría sido divertido leer de una fémina antropomorfa.
  • Tanta descripción de comida puede causar hambre.
               

Veredicto:
Una historia que tanto niños como adultos pueden disfrutar, con personajes memorables. Eso sí, el no tener un determinado objetivo desde el principio puede no gustar a todos. De cualquier modo, yo los invito a pasar una temporada junto al río.
4,5 / 5

Subjetivamente hablando:

Tanto el señor Tejón como el señor Sapo son de mis personajes favoritos de la literatura, aunque Topo y Ratty también son hermosos. Lo que sucede es hermoso y la ambientación es hermosa. En pocas palabras, es un libro hermoso.  


¡Éjem! Me despido con un extracto que me gusta y una recopilación de portadas de las ediciones en inglés. Me parece que muchas de las que tienen el sello amarillo son de un concurso, así que no necesariamente se pueden obtener versiones impresas con ellas.

Extracto


(El señor Tejón es un amor)




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